Y si me voy de viaje, ¿qué hago con la alimentación?
Sois muchos los que seguro os habéis encontrado en esta situación alguna que otra vez. Cuando os habéis ido de viaje, ya sea por trabajo o vacaciones, que os preguntéis: ¿qué hago con la alimentación? ¿Cómo puedo seguir alimentándome de manera sana si voy a estar comiendo fuera?
No hay que olvidar que cuando salimos de viaje, estamos haciendo algo ocasional en nuestra vida. Por eso, lo que hacemos (o comemos) no forma parte de nuestros hábitos diarios o nuestra alimentación, que es lo que cuenta al final a la larga. Sino que en definitiva se trata de una excepción. Por eso, es importante aprender a disfrutar de la gastronomía de un sitio (que no es donde habitualmente vivimos) sin sentirnos culpables. Ya que de alguna manera, la gastronomía de los sitios que visitamos es también parte de la cultura del lugar. Y por eso, es también interesante conocerla.
Organizar la alimentación
Pero ahora bien, eso no quita que al viaje vayamos preparados con cosas de casa. Por ejemplo: frutos secos al natural, frutas secas sin azúcar añadido para las medias mañanas y tardes, fruta fresca, agua… En resumen, la idea es intentar seguir nuestro día a día lo más parecido posible a como lo hacemos en nuestra ciudad. Seguir respetando nuestra «forma» saludable de alimentación. Lo que cambia es que reservamos las comidas principales para disfrutar de los nuevos alimentos que nos ofrecen en el lugar de destino.
Ser sanos allá donde vayamos
Pero es importante recalcar lo siguiente. Aunque vayamos abiertos a probar la gastronomía del nuevo lugar, hay que intentar elegir las opciones más sanas. O lo que es lo mismo, lo más vegetal de entre todos los diferentes platos y alimentos que nos ofrecen. Se trataría de acostumbrarse a «ser» sano sea cuando sea y estemos donde estemos. Esa es la clave de una alimentación saludable. Estar sano y delgado es una actitud ante la vida, no es una dieta.
Para seguir leyendo….